Travesía por San Miguel del Monte – Abril 2007.

Travesía por San Miguel del Monte – Abril 2007.

“..la ruta sigue mas allá de las luces de la autopista / secando al ojo de la lágrima te perderás de vista…”, La Renga.

Este retrasado viaje iba a comenzar 10:30 del 07 de abril de 2007, pero debido a que una simple vacuna contra el moquillo dada a un cachorrito puede ser una verdadera odisea si es sábado a la mañana, se retrasó una hora más. Por lo que recién 11:30 partimos del aguantadero Burzaco rumbo a los indómitos montes de Monte.

Y las emociones fuertes no tardaron en llegar: entre charla y charla no advertí que el testigo de la nafta de la cupé roja estaba en un amenazador anaranjado amarillento, y ya habíamos visto pasar la incierta estación de servicio de Doomselar… con el último suspiró de nafta llegamos a la Shell de Brandsen, donde muere la 210 en brazos de la 215. Una vez calmada la sed del bólido comenzamos el tránsito de la 215 pensando en calmar otra necesidad: el hambre nuestra!.

Por la 215 salimos de Brandsen, pasamos por la bienvenida de Loma Verde y luego llegamos a Cañuelas por su límite sur, hasta arribar a Gobernador Udaondo.

Gobernador Udaondo – Km. 83,0 (Ex F.C.P.B.A // Gral. Belgrano).

Paramos para comprar fiambre y coca en una despensa (la única que vimos) y aprovechamos para ir a fotografiar bien la estación Udaondo del Ferrocarril Provincial, que en aquella oportunidad en que recorrimos Cañuelas no pudimos registrarla como deseábamos por llegar ya entrada la noche.

Unos 10 kilómetros mas allá de Udaondo y siempre por la 215 se abre un camino hacia la derecha en bastante mal estado, y con una tranquera abierta. Se trata de dos huellas con pasto en medio que de a ratos ni siquiera sigue una línea recta. Además tenía realmente muchos pozos, aunque cabe mencionar que esto seguro es producto de la inmensa cantidad de agua que cayó en las últimas semanas.

 

Camino a Goyeneche. 

Este camino con sendos campos alambrados a los costados, creo yo que podría ser el límite entre Monte y Cañuelas. Lo que nosotros buscábamos era acceder a una vieja estación del Provincial que se llama Goyeneche, donde nunca se formó pueblo. Siguiendo el muy fiel mapa “Playas y Sierras de la Provincia de Buenos Aires”,

Será el mapa con el que nuestro amigo hizo la travesía? 

Empezamos a avanzar por el camino, y tras 4 kilómetros vimos que adelante y tras un túnel formado por los árboles las huellas se hacían difusas y se perdían en la nada. En ese punto se abre una senda cubierta de pasto casi en su totalidad hacia la izquierda. Luego de momentos de meditación resolvimos seguir la senda un poco, “a ver que pasa”.

Avanzando a 10 km/h por ese río verde, sin banquinas y con zanjas a ambos lados, bordeado del amarillo de las cosechas mas allá de los alambres, y justo cuando todo se hacía un barrial infranqueable vimos realizarse dos hechos gratificantes: apareció una acumulación de tierra seca al costado, lo que me permitiría girar el auto y no deshacer esos 2 km marcha atrás (tan angosto era el camino!) y también apareció, unos 50 metros adelante, la estación Goyeneche, completamente en ruinas… pero que hermosa!.

Goyeneche – Km. 96,0 (Ex F.C.P.B.A. // Gral. Belgrano).

Estación del Ferrocarril Provincial Goyeneche.

Otra vista de la Estación Goyeneche. 

Bajamos cámara en mano e inmediatamente una nube de mosquitos difícil de creer (a no ser que se esté ahí) nos ataco, el mejor estilo película de “las abejas asesinas”, “tarántulas”, u otras yerbas por el estilo.

Así y todo pasamos el alambre caído y pisando en un colchón de pasto de profundidad indefinida nos aproximamos a las paredes (no todas estaban en pié, tampoco tenía techo). Debíamos hacer un movimiento como de hélice constante con las manos, y con cada cachetada caían 10 mosquitos.

Frente de la Estación Goyeneche 

Hace años que esta abandonada, no han quedado ni aberturas ni nada. Estación Goyeneche

Ya de vuelta al auto nos pasamos 15 minutos para exterminar los “colados”, y tras innumerables maniobras pude dar vuelta el auto y emprender la retirada, 2 kilómetros de senda y otros 4 de camino hasta la 215. La idea original era seguir por esa senda hasta la ruta 3 (que calculábamos 7 kilómetros adelante) pero el barro no lo permitió.

Además luego me enteraría que no es seguro que se pueda llegar, por las tranqueras. Ya en la 215, que nos pareció una autopista alemana, buscamos la sombreada entrada de una estancia para hacernos los sánguches y rascar nuestras picaduras. Luego del pequeño break seguimos hasta el cruce con la 41 y tras un corto tramo empalmamos la ruta 3 rumbo Cañuelas, para visitar la segunda localidad en cantidad de habitantes del partido:

Abbott – Km. 89,6  (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

 

Los dos Carteles de la Estación de Abbott y su vía principal lustrosa de tanto uso. 

Abbott (500 habitantes aprox.). Encontramos un pueblo tranquilo y ordenado con una estación bien conservada (pertenece a la vía Las Flores del ex Roca). Un tipo que estaba de paso nos preguntó donde había una buena parrilla, por lo que supusimos que algo de eso habría en el pueblo, aunque nada vimos nosotros. Nos fuimos no sin antes notar que alguien se afanó las dos T de ABBOTT en el cartel de bienvenida sobre la ruta 3.

El Galpón típico del Sud y su playa de 3 vías. La foto de la derecha, la estación Abbott en impecable estado. 

Así se vera desde una Locomotora. Cartel de la estación Abbott.

Volvimos los 18 kilómetros hasta la 41 y doblamos por ésta a la derecha (rumbo Lobos), y a poco de cruzar las vías del Roca está Francisco Berra, un paraje de 3 o 4 cuadras de largo con varias casas antiguas en muy buen estado y con la tranquilidad que se puede esperar en un lugar así, donde solo no encajaba una poderosa 4×4 estacionada frente a una de las casas.

Frente al colegio (o jardín, no me acuerdo) hay un monumento que recuerda a un poblador caído en la Guerra de las Malvinas. Luego está la ex estación del Provincial (la que le sigue a Goyeneche) convertida actualmente en vivienda particular y cerrada por completo a los pasos de los curiosos, nos contentamos fotografiándola a la distancia.

Francisco Berra – Km. 109,0 ( Ex F.C.P.B.A. // Gral. Belgrano).

Hoy es una Vivienda, antes era la estación Francisco Berra. 

Mas allá de Berra lo que nos esperaba era un laberíntico deambular por calles de tierra, sendas cubiertas de pasto, y a veces casi a campo traviesa, todo esto tras los pasos de dos viejas estaciones (sin pueblo aparentemente) del Provincial.

El principal problema era la ausencia de mapa (el de “Playas y Sierras” no llega hasta aquí, y por la repentina organización del viaje no tuvimos tiempo de aprovisionarnos adecuadamente y vagábamos con uno de la provincia de Buenos Aires, que no detalla esta zona). Por lo que mas que nada nos guiamos por el mapa ferroviario de Todo Trenes nro. 16 (número especial dedicado al glorioso Provincial) y el resto… a ojo.

Sabíamos que entre Berra y Carlos Beguerie (partido de Roque Pérez) había dos estaciones: Los Eucaliptus y Funke. A poco de salir de Berra ubicamos el terraplén y una senda que lo bordea. Varios kilómetros adelante se acaba la senda en una calle de tierra, toda una avenida para esa zona, pero en ambas direcciones se alejaba de la línea ya imaginaria de los rieles. Así empezaron las vueltas metiéndonos acá y allá, en el pasto, en las huellas, pasando tranqueras abiertas, doblando y doblando, hasta que no sé como lo logramos: Los Eucaliptus!

Los Eucaliptus – Km. 116,0 (Ex F.C.P.B.A. // Gral. Belgrano).

Cartel vial de Los Eucaliptus. 

. Es un paraje con algunos establecimientos rurales y un destacamento de policía… pero sin restos de la estación (al menos nosotros no los hayamos).

Destacamento Policial de Los Eucaliptus. 

Lo que sí reapareció es el viejo terraplén y desde aquí volvía a nacer la senda de pasto bordeándolo, pero nuestra búsqueda de Funke por este precario camino se truncó kilómetros adelante con la aparición de una tranquera cerrada. Quizás la forma de llegar a Funke (si la hay) sea desde Beguerie. Fracaso.

Días después del viaje (y días antes de escribir esto) navegaba yo por Internet en busca de algún rastro de Funke que me quite el sabor amargo, y encontré una página (www.42×11.com.ar) de unas personas que se dedican a hacer excursiones en bici, y en una de esas excursiones iban a visitar parte de Cañuelas y Monte… incluyendo la estación Funke! ellos sí pudieron llegar (con el permiso del dueño de la estancia, dentro de la cual se haya ahora) y además esclarecían el misterio de la estación Los Eucaliptus, donde relatan que solo quedan los basamentos.

Recomiendo ese relato, mucho mejor escrito que éste (www.42×11.com.ar/relatos/20051029.htm) y recomiendo las fotos, de las cuales me afané vilmente la de la estación Funke. Salimos de Los Eucaliptus por una calle que, a diferencia de las vueltas que dimos para llegar, nos llevó derechito a la ruta 3 casi a la entrada de San Miguel del Monte.

Apenas paramos para comprar pilas en una Shell (ya estoy dudando si mi cámara, castigada por la arena de Puerto Madryn, está llegando a su fin, o si simplemente las pilas recargables creparon). Seguimos los 15 kilómetros al sur hasta la entrada de Zenón Videla Dorna, poblado mas al sur de Monte y que hereda su nombre de quien fuese dueño de las tierras.

Zenón Videla Dorna – Km. 121,5 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

 

Por un lado la vía principal y secundaria invadidas con animales, mas adelante el galpón de carga del Sud 

Los 5 km que lo separan de la 3 están en pésimas condiciones, y el poblado, que dicen en otras épocas era relativamente próspero, hoy es una simple medialuna de casas de varias cuadras, con gente tomando mate en la vereda de las viejas viviendas y un campito de Vóley con una pibes jugando. Igual, para hacer honor a la verdad, no nos metimos mucho para adentro.

El cartel típico del Sud. 

La estación estaba destruida (puede ser por algún incendio), aunque la vegetación que la rodea es realmente frondosa (muchos árboles que apenas dejan adivinar el cartel).

Ya en Abbott deseábamos tener la azarosa ventura de ver pasar un tren, ya que sabemos que no son pocos los trenes que surcan estos rincones, pero ni allá ni acá pudimos complacer nuestro deseo. El andén reboza de tranquilidad.

El andén y el cartel de la estación perdidos en la maleza. 

Otra foto del Galpón. 

Alla a lo lejos, la estación. 

Volvimos a San Miguel del Monte y luego de recorrer su estación (con cartelito diciendo “ojito con viajar sin boleto que te hacemos la multa”) y con algunos perros y tipos mirándonos con mala cara desde los establecimientos del otro lado de las vías.

San Miguel del Monte – Km. 106,9 (Ex F.C. Sud //Gral. Roca).

El edificio de la estación del lado de la calle. 

Esta estación se encuentra en perfecto estado, limpia y con los carteles relucientes, apenas le faltan un par de vidrios. De ahí agarramos la diagonal que se encuentra cruzando la ruta 3 y derecho al centro, previa escala en una heladería. El cuarto de helado lo tomamos en la plaza, en un banco dándole la espalda a la manzana de la municipalidad (hermosa) y de costado a la iglesia (antigua), y como era pascuas nos cruzamos a ver si había misa o algo de eso, no por ser demasiado religioso (aunque nada de malo tendría si lo fuésemos), sino mas por curiosidad.

Adentro no había mas que un par de personas rezando, silencio, frescor y eco. A pocas cuadras de distancia camino a la laguna hay otra plaza, mas chica, en la que hay un monumento a Juan Manuel de Rosas viejo caudillo de estos pagos. Cuentan que en el primer cuarto del siglo XIX Rosas tenía una importante estancia en Monte, y de aquí fue que salió su expedición contra los indios en el año 1833, más por fines políticos (afianzar su poder) que para extender la frontera.

Andén Principal,. estación San Miguel del Monte. 

Vista a los galpones y vías de la estación. 

Edificio principal de la estación. 

De todo esto hoy queda un “viejo” rancho, que en realidad no es tan viejo sino que es réplica del rancho original de Rosas, muy lindo y cuidado pero con un techo de zinc a cierta distancia de su techo que lo afea (hay que protegerlo del granizo parece). A dos cuadras está la laguna, ya estaba anocheciendo y el agua parecía como empetrolada aunque no se si es porque estaba tan sucia o por algún reflejo óptico.

Laguna de San Miguel del Monte.

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Bellísima Foto de un atardecer en la Laguna de Monte. 

Muy limpia de todas formas no estaba. Salimos con el auto a ver si se podía rodear la laguna, y resulta que si se puede, hay una calle pavimentada que circunvala toda la costa a mayor o menor distancia. Del otro lado del pueblo aparecen rincones arbolados que llegan hasta el agua, y que parecen ideales para un picnic.

También hay complejos turísticos y barrios. De vuelta a San Miguel comenzamos la retirada, buscando al azar la calle de salida hasta que agarramos una semi ruta que salió a la 41, luego la 215 (oootra vez) hasta Brandsen, 210 y Burzaco! Eran las 21 horas cuando regresamos y habían pasado 360 kilómetros.

Y hoy, 13 de abril, doy por terminado este relato. “Fe de Erratas: Nelly Fida nos hace saber que en realidad el Rancho de Rosas que se puede ver en la ciudad de San Miguel del Monte es el original. Su traslado no tiene precedentes ya que su estructura de barro fue transportada por 30 km de camino de tierra desde la estancia Los Cerrillos hasta la ruta 41, y otros 45 km hasta su emplazamiento actual”

Fotos y texto: Fernando Marietam

Para Plataforma14 – Abril 2007.

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