En Tren … de Costa a Costa – julio 2007.

En Tren … de Costa a Costa – julio 2007.

Hace mucho tiempo que tenía ganas de compartir algunas vivencias de viajes, de caminos recorridos, de charlas con la gente de esos pueblos maravillosos que crecieron a la vera de las vías del tren, y que en muchos casos se han ido apagando a partir de tantos años de descuido, desidia, olvido y abandono ferroviario.

Ahora bien, es impactante hablar con la gente y descubrir como con su idea clara y simple manifiesta su voluntad y necesidad de que vuelva el tren. Solo esa gente siente en carne propia lo que el tren significa para el desarrollo de una región…

Toda esta mezcla de sensaciones que provoca el ferrocarril y su entorno se manifestó en mí  por medio de la fotografía y en particular de las estaciones argentinas, sin importar ramal, línea, provincia o trocha. Desde aquellas que todavía laten y viven al paso del tren, hasta aquellas que solo nos traen recuerdos de épocas con andenes vitales, silbatos y campanas. En fin la pura contradicción de esta zona del mundo… Y aunque a veces es doloroso fotografiar (cuando no nos prohíben el paso) solo algunos restos de esas estaciones esparcidas por el suelo, o edificios intrusados, apropiados, desmantelados y/o destruidos, la idea pasa por guardar, aunque mas no sea, parte de la historia gloriosa de nuestros ferrocarriles, y si además puedo hacerlo junto a mis hijos, para que estos vayan registrándolo, es aun mucho mejor…

El problema era por donde empezar a contar, y la decisión fue por el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, yendo de Mar del Plata a Miramar, y el ramal a San Agustín, una zona que guarda un especial lugar en la historia de mi familia. ¡Después de todo fue en un tren, llegando a Mar del Plata donde me le “declaré” (¡en esa época se usaba todavía!) a la que hoy es mi compañera de caminos, mi señora Carmen. Y de ahí hasta vernos hoy recorriendo viejos ramales ferroviarios junto a nuestros hijos Pablo y Martín, fue solo un breve y hermoso lapso de tiempo.

Para presentarnos… el equipo completo en un viaje por la zona de Capilla del Monte (Córdoba).-  (Enero 2007).-

El ferrocarril en mi vida fue un elemento cotidiano y familiar. Por un lado mi Tío Saro, (maquinista de Escalada, que terminó su carrera corriendo generales entre Plaza y Mar del Plata, asentado en este último destino) que en cada reunión me deleitaba con sus historias de viajes y creaba en mí un mundo de imágenes, lugares y personajes adorables; por otro lado el Tío Belisario, asturiano, que se desempeñó como Guarda en los servicios locales del Roca, casi hasta el día de su viaje final.

Y por último alguien que me enseñó muchísimo sobre la geografía del país y que tiene una memoria de atlas sobre sus estaciones, mi viejo Armando, cordobés de la mejor cepa , que trabajó durante mas de veinte años en el correo, como “estafetero”, luchándola arriba de esos vagones postales que tanto amé en mi infancia, y que se parecían a mi segunda casa. Como no recordar esos viajes a Río Cuarto o a Tucumán, en los cuales me encargaba de abrir esos enormes portones corredizos que me hacían sentir como un “hombre grande”. ¡Como olvidar ese olor a leña quemada en la cocina de la estafeta postal!!! Desde aquí este humilde reconocimiento a los integrantes de “vagones postales” de nuestro correo del estado.

Ahora bien, toda esta pasión que después acentué al entrar a trabajar en el ferrocarril, solo se manifiesta en mí a través de la fotografía y algún dato que uno pudo juntar por ahí en charlas, internet, Revista Todo Trenes, etc. Por lo tanto dejo aclarado que este relato no tiene carácter técnico, solo soy un aficionado con una familia que le banca y participa de sus locuras, por lo tanto sepan disculpar posibles errores o la falta de vocabulario específico sobre el tema…

 

Mar del Plata Norte – Km. 399,4 (Ex  F.C. Sud // Gral. Roca).

Que decir de esta ciudad y su relación con el tren.
El 26 de Septiembre de 1886 se habilitó el primer servicio hasta la ciudad, arribando el tren a su primera estación, Mar del Plata Norte.

Vista exterior de la Estación (Febrero 2007)

Con la liberación al servicio del tramo Maipú – Mar del Plata, comienza el enorme desarrollo turístico de la zona. A partir de ese momento llegar desde Maipú por medio de carretas pasó a ser un recuerdo del pasado.

Recorriendo esta hermosa estación nos encontramos con todo un símbolo del verano para millones de argentinos: el cartel de acceso a la estación, que vigila el movimiento de trenes y pasajeros desde hace tanto tiempo. Como puede verse, pese a los retoques sufridos por la caída de algunas letras, se mantiene firme y prolijo anunciando la llegada a la ciudad.

 

Cartel de acceso a la estación (Febrero 2007)

Si miramos para el lado de los andenes podemos observar en la foto de la galería de la estación, el hermoso trabajo de herrería artística que se efectuó, en el cual se lucen aún las letras que distinguían al Ferrocarril del Sud (FCS).
Al ampliar el plano de la foto se puede ver toda la estructura principal del edificio y andén, sobre el cual personal de la estación se dispone a colocar los carteles indicadores de los vagones correspondientes a la próxima formación.-

Galería principal de la estación.- (Febrero 2007)

Vista general del andén y edificio.- (Febrero 2007)

Mar del Plata Sud – Km.  (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

 

La lluvia que se hizo presente temprano por la mañana puso en duda la salida, pero las ganas de andar fueron más potentes que las nubes. Así que retomamos el camino por la hoy conocida terminal de micros de la ciudad, que fue hacia 1910 la estación Sud de la ciudad. Su inauguración oficial sucedió el 1º de diciembre de dicho año, y los motivos que originaron su construcción fueron los de acercar el tren a la costa, de manera tal que hiciera mas cómodo el viaje de aquellas aristocráticas familias dueñas de las propiedades costeras.

El acceso principal a la ex – estación,  es por calle Alberti al 1600. (Febrero 2007)

La estación Sud permanecía abierta al servicio durante la temporada alta de la ciudad, es decir de diciembre hasta abril, a efectos de cumplir con el objetivo de su creación: el turismo.

Otra vista el imponente edificio.- (Febrero 2007)

Mar del Plata Sud fue clausurada definitivamente en 1949, volviendo a monopolizar el movimiento ferroviario de pasajeros de la ciudad, la vieja estación Norte.

La estructura original del edificio sufrió algunos cambios con el paso del tiempo.- (Febrero 2007).-

Chapadmalal – Km. 418.1 (Ex  F.C. Sud // Gral. Roca).

Saliendo con destino a Miramar, tomamos por Ruta Provincial 88. Al llegar a las estribaciones de las sierras cercanas a Mar del Plata, giramos a la izquierda adentrándonos en un camino sinuoso que va recorriendo algunas fábricas de ladrillos y otros emprendimientos extractivos, en forma de pequeñas canteras. Una vez transitada esta bella zona, se llega al pueblo de Chapadmalal.

Camino de acceso a Chapadmalal.- (Febrero 2007).-

Lamentablemente no nos fue posible ingresar al predio ferroviario, lo cual no nos impidió “robar” alguna foto desde lejos del edificio de la estación, que aparece en un aceptable estado de conservación, aunque no puede ocultar los efectos del paso del tiempo. El predio está enclavado entre árboles, lo que le da un matiz aun más pintoresco al lugar.

Cartel de la Estación (Febrero 2007).-

La estación fue construida durante 1910, año en el cual el ramal se habilita en forma provisoria (su extensión fue de 49,300 Km.).
La inauguración oficial se produjo el 24 de febrero de 1911, fecha en la cual arriba el primer tren de pasajeros.

Vista exterior del edificio y de su frondosa vegetación.- (Febrero 2007).-

La Compañía del Ferrocarril del Sud había comprado el predio de 44,63 hectáreas a Don Miguel Alfredo Martínez de Hoz, dueño de la estancia Chapadmalal. En este sitio se construyó la estación, en el kilómetro 417,50 de la línea.

Vista de la estación, rodeada de un gran bosque de eucaliptos (Febrero 2007).-

Desde esta estación salieron hacia el mundo algunos de los mejores caballos argentinos, criados en el “Haras Chapadmalal”. Fueron muy reconocidos algunos de los ejemplares nacidos en dicho establecimiento que obtuvieron importantes premios en los hipódromos de nuestro país y del exterior.

Vista desde el frente de la estación.- (Febrero 2007).-

Según la Guía Comercial del FCS, de 1947, el nombre de la estación  (que proviene de la estancia y el arroyo del mismo nombre, que cruzaba las propiedades de la Flia. Martínez de Hoz)  significa “cercado pantanoso”.-

Vista del galpón de la estación.- (Febrero 2007).-

Dejamos atrás el Partido de Gral. Pueyrredón para comenzar a recorrer los caminos del Partido de Gral. Alvarado hasta nuestro nuevo destino: Otamendi.-

Comandante Nicanor Otamendi (Ex Dionisia) – Km. 432,2 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Volvemos a la ruta 88 y tras recorrer 16 km nos encontramos con el cruce de acceso a Comandante N. Otamendi. Girando a la izquierda, a 5 km. aparece esta localidad conocida como la “Capital Provincial de la Papa”, lugar de donde es oriundo Walter Hernández, campeón de Turismo Carretera 1993 (mi otra pasión).-.

La localidad se muestra pujante, con ese aire de bienestar que la expansión del campo le ha brindado. Luego de cruzar sus calles llegamos al amplio predio ferroviario que se encuentra en perfectas condiciones de conservación.

El cartel  con fondo de picadito de fútbol y tanque de agua.- (Febrero 2007).-

La estación fue inaugurada el 24 de Febrero de 1911, al igual que la de Miramar y Chapadmalal.
Las tierras donde se asentó el predio ferroviario habían  pertenecido a la Estancia El Infierno, propiedad de la Sra. Balbina Otamendi de Inurrigarro, quien las donó para la instalación de la estación.-

Vista exterior del edificio.- (Febrero 2007).-

El nombre original del pueblo y su estación fue Dionisia, como homenaje a la madre de la propietaria de las tierras, Doña Dionisia Byron de Otamendi.-

Comandante Nicanor Otamendi gallarda y hermosa.- (Febrero 2007).-

Finalmente el pueblo no pudo llevar el nombre de Dionisia por un impedimento legal, por lo cual el 29 de Mayo de 1911 se firmó el decreto de fundación con su actual nombre, Comandante Nicanor Otamendi, tío abuelo de la propietaria de las tierras, militar que participó de las campañas contra los indios.

La estación con vista hacia Miramar e Yraizoz.- (Febrero 2007).-

Vista de la galería y los silos al fondo, mirando hacia Chapadmalal.- (Febrero 2007).-

Y así lentamente fuimos dejando atrás este hermoso lugar que es Otamendi, que para nuestra sorpresa, y fruto del desconocimiento, se nos presentó como una localidad pujante, prolija y en pleno desarrollo de sus potenciales.

Miramar – Km. 450,3 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

 

Retomamos la Ruta 88, y luego de recorrer 12 kilómetros, giramos a la izquierda por Ruta Provincial 77. Desandamos los 14 km del acceso y…. llegamos al mar!!! … saliendo desde el mar…
Miramar nos recibía con las mismas nubes amenazantes que acompañaron todo el camino.

Ultimo cartel del ramal, con la vista hacia Dionisia.- (Febrero 2007).-

Hacia 1888 se produce la fundación del pueblo de Miramar, que debió esperar 23 años para ver llegar al tren a sus tierras. Su estación, en el kilómetro 450 de la línea, posee un hermoso edificio, bien conservado, aunque falto de una manito de pintura en sus paredes. Pese a esto, es un disfrute enorme recorrer sus instalaciones, y mas aun cuando uno tiene la dicha de hacerlo acompañado por los hijos, que miran, sacan fotos o me aconsejan que lo haga desde algún lugar en especial.

Vista exterior del edificio. (Febrero 2007).-

Vista general de la estación.- (Febrero 2007).-

Que cautivante resulta caminar por los andenes y galerías de nuestras estaciones, aunque debo reconocer que la de Miramar me causó una gran impresión, por la amplitud y sencillez de su construcción. ¡Cuantas historias guardará esta galería!
Nótese el toquecito de las plantas que la hacen aún más cálida…

Galería, plantas e historia en estado puro… (Febrero 2007).-

Si echamos un vistazo hacia el lado de los galpones podemos observar el buen estado en que se encuentra el de la foto, el cual parecería estar siendo utilizado para guardar materiales de construcción. Como puede apreciarse el día de mi visita había “compañía”, ya que varios caballos ocupaban tranquilamente el predio.-

Galpón con vista hacia Dionisia.- (Febrero 2007).-

Casi con las últimas luces del día llegamos al final del ramal, pero la idea era cubrir la segunda parte del recorrido, es decir, desde Otamendi hasta el pueblo de San Agustín. Pero para cumplir con este objetivo tuvimos que esperar unos meses y un nuevo viaje…

Yraizoz – Km. 445,2 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

El final de la travesía lo iniciamos en el mes de julio de 2007, partiendo desde Santa Clara del Mar, lugar donde estábamos pasando unos días de descanso. Arrancamos tempranito pese a la helada y a los ¡9 grados bajo cero de sensación térmica! (si eso no es pasión…).-

Desde Estación Comandante N. Otamendi se abre hacia la derecha el ramal que nos va a depositar en Yraizoz.

Tomando unos mates nos largamos por la Ruta 88 volviendo a recorrer parte del camino hecho en la primera parte del relato. Pasando el acceso a Otamendi, cruzamos el puente sobre las vías del ramal, así mágicamente nos encontramos otra vez en el cruce con Ruta 77, de acceso a Miramar, pero cinco meses después y con 30º C de temperatura de diferencia.

Al llegar al cruce, esta vez giramos hacia la derecha por un camino de tierra en excelente estado. Recorridos 3 km cruzamos un paso a nivel y giramos a derecha por otro camino bien pegado a la vía, sin que se apreciaran edificaciones que nos indicaran la presencia del pueblo. Un kilómetro más adelante vimos el primer indicio de la existencia de Yraizoz.

Indicador del predio ferroviario de Yraizoz.- (Julio 2007).-

En ese punto del camino se vuelve a subir para cruzar la vía y allí si vimos el edificio de la estación y la torre de lo que fue la señal del lado de Mechongué.

Señal de entrada con vista hacia Mechongué.- (Julio 2007).-

Según los comentarios hechos por los habitantes del lugar, el nombre de la estación concuerda con el de la familia dueña de las tierras, vascos hasta la médula…

Vista de la estación desde el paso a nivel lado Mechongué.- (Julio 2007).-

Al llegar comprobamos que la estación está habitada por una familia, la cual tiene el edificio muy bien conservado, pese a que se le hizo un agregado en uno de los laterales de un techo de chapa a modo de galería, en la cual se veía ropa colgada.

Vista desde el exterior del edificio, con anexo.- (Julio 2007).-

Al golpear las manos para anunciarnos apareció una señora que vive en la estación, quien en un primer momento dudó ante la solicitud de sacar fotos de la estación, pero luego amablemente nos permitió recorrer el sitio, disculpándose sobre alguna suciedad que según ella había en el mismo (que nosotros no pudimos observar, por cierto).

La estación en todo su esplendor, y como garaje de lujo.- (Julio 2007).-

La galería de la estación está siendo usada como garaje para el auto de la familia. Se encuentra en perfectas condiciones, a excepción de la falta de algunas maderas de la cenefa del techo. Cuando caminamos por el predio vimos animales recorriendo mansamente la vía y otros en sus corrales.
Para muestra basta esta imagen…

Campo y ferrocarril, una relación que comenzó hace 150 años. La vista hacia Cte. N. Otamendi.- (Julio 2007).-

La cordial señora que vive en las instalaciones, pese al intenso frío dedicó unos momentos a contarnos que mucha gente de la zona se acerca hasta allí para despuntar el vicio de la fotografía. Pero también nos contó que ella no tiene problemas en abrir las puertas a quien quiera visitar el lugar, pero que le gusta que la gente respete la intimidad de la familia y los tiempos de la misma. Para tener en cuenta…

Desde el costado una imagen del hermoso edificio.- (Julio 2007).-

El solitario galpón de la estación, en buen estado de conservación.- (Julio 2007).-

De esta manera nos fuimos yendo despacito desde Yraizoz con rumbo a Mechongué, con la satisfacción de haber conocido un nuevo lugar y de haber podido compartir una conversación con esa gente simple y generosa que habita el interior del país.-

Mechongué – Km. 466,0 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Llegamos al lugar recorriendo 13 kilómetros desde el cruce de Yraizoz por otro tramo de la provincial 88,  y girando a la derecha por la ruta de acceso a Mechongué. El golcito azul que nos lleva de un lado para el otro, estaba presentando algunas dificultades mecánicas que esperábamos resolver en nuestro próximo destino, 15 kilómetros más adelante llegamos al pueblo que nos recibe con un sugestivo cartel vial: “Sr. Conductor, en este pueblo no sobran habitantes, maneje despacio”. ¿Habrá sido puesto para su habitante más famoso?

Vista exterior del edificio de la estación Mechongué.- (Julio 2007).-

Este pueblo guarda un gran recuerdo para mi, por varios motivos.
En primer lugar por que fue paso obligado en las visitas al campo de Doña Pura (abuela de mi señora Carmen) que vivía en San Agustín. También recuerdo los viajes con mi suegro, llevando los bolsos que fabricábamos y vendíamos en la principal (¿y única?) tienda del pueblo. Y por último por ser la tierra de otro campeón de Turismo Carretera en 1994, Eduardo “Lalo” Ramos.

Nomenclador sur de la estación, en recuerdo de Doña Mercedes.- (Julio 2007).-

Pese a la preocupación por la salud de nuestro auto, encaramos para la estación del ferrocarril. Al llegar nos encontramos con un cartel que indicaba “Museo y Biblioteca Popular Mechongué”, lo cual siempre nos provoca una sonrisa de alivio, ya que por lo menos no nos vamos a encontrar con ruinas y desolación…
La encargada del mismo nos recibió muy atentamente, nos guio por el interior del edificio contándonos su historia y la del pueblo, no sin antes avisarnos que allí no podíamos sacar fotos, cosa que por supuesto respetamos aunque no compartimos.

Vista del frente de la estación, con Carmen y la encargada del Museo en plena charla…(Julio 2007).-

Mechongué fue liberada al servicio en mayo de 1912. Es un pueblo pequeño, dedicado casi exclusivamente a la explotación agrícola-ganadera, donde la papa fue el cultivo característico de la zona y ahora se le van sumando otras modas como los cereales y las oleaginosas.
Mi única preocupación era que no sabía donde había un mecánico…

La zona de palancas “invadidas” por las plantas. Todo es calidez en Mechongué.- (Julio 2007).-

Las ruedas de accionamiento de señales todavía guardan las iniciales de la empresa FC Sud.- (Julio 2007).-

Los terrenos donde se asentó el predio ferroviario fueron cedidos por el Sr. Martín de Alzaga. Según nos contaba la Sra. Mirta, encargada del museo, el nombre de la estación proviene del sobrenombre de la hija del propietario, Mercedes, a quien se la llamaba bajo el apodo de “Mecha” o “Mechonga”. La mujer desconocía como se produjo la deformación del sobrenombre hacia el término Mechongué.-

Vista lateral de la hermosa estación, que conserva sus colores originales… lástima esa cabina telefónica que desentona con el ambiente… (Julio 2007).-

Recién en 1927 fue fundado oficialmente el pueblo, por lo que una vez mas el ferrocarril fue un anticipo de lo que vendría: la existencia de una nueva localidad argentina.

Para finalizar, un foto de época que nos muestra la llegada de la primera locomotora a Mechongué, pudiéndose observar a la derecha al Sr. Martín de Alzaga, su fundador.
El original de esta foto pertenece al Museo de Mechongué y durante mucho tiempo estuvo en el de Miramar.-

Foto de la llegada de la primera máquina al pueblo.- (Archivo Museo Miramar y Mechongué).-

Luego de dejar atrás la charla con la Sr. Mirta, buscamos un mecánico en el pueblo, el cual nos aconsejó ir directamente a Balcarce para atender a nuestro bólido azul, quien ya mostraba signos evidentes de tener problemas en su junta de tapa de cilindros…

San Agustín – Km.443,6 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Y finalmente llegamos al final del viaje (y del ramal). Recorrimos los 21 kilómetros que nos separaban del pueblo de San Agustín. La ruta entre estos pueblos es un billar, no por lo lisa, sino por no presentar ninguna línea demarcatoria. A 17 kilómetros de Mechongué la ruta cruza la vía del ramal que sale desde San Agustín y se dirige hacia Las Nutrias y Tamangueyú. En ese punto la ruta nos ofrece una curva de casi 90 grados que hace pensar en la familia de los ingenieros que la planificaron…
Por fin llegamos a nuestro destino, un pueblo que nació, creció y se apagó junto a los vaivenes del tren: San Agustín.- Además de visitar a la familia tuvimos que esperar el arreglo del auto, y que mejor forma que con cámara en mano…

Parados sobre la vía que viene de Mechongué, cubierta de vegetación y sin uso, vemos la vía que va hacia Las Nutrias, limpia y en uso.- (Julio 2007).-

Vista del único cartel existente y el edificio que presenta un importante descuido en su fachada (Julio 2007).-

En la estación se encuentran vagones estacionados y pilas de durmientes nuevos que supongo deben estar siendo usados en reemplazo de los existentes. Dentro del predio se ven grandes silos que denotan movimiento operativo, aunque en verdad mientras estuvimos ahí solo vimos a la señora que habita la dependencia aledaña al edificio principal, a quien solicitamos permiso para ingresar.

Vista de la estación y la formación estacionada. De fondo estacionado el bólido azul… malherido… (Julio 2007).-

La estación fue inaugurada en agosto de 1892, y debe su nombre a la laguna y cerro cercanos al pueblo. En su máximo esplendor el pueblo llegó a contar con 2000 habitantes, hoy no alcanza las 400 almas entre pueblo y colonia.
Cuenta con un hermoso balneario en el Parque Idoyaga Molina, de 165 hectáreas, donde son embalsadas las aguas del Arroyo Malacara.-

Parece que ni los árboles se salvaron de la debacle ferroviaria en Argentina. (Julio 2007).-

Llegamos al final del viaje con una última vista de San Agustín y un plano general donde se aprecia los silos del lado norte (existen otros en el lado sur). La foto está sacada desde el PAN lado norte, con vista hacia Mechongué, Las Nutrias y a unos nubarrones bárbaros que minutos después descargaron agua-nieve en toda la región, dejándonos 5ºC bajo cero como para entretenernos y pensar en que pese al clima, los imprevistos mecánicos y a cualquier otra desventura, el próximo viaje ya está rondando nuestros corazones…

Vista general de la Estación de San Agustín y la tormenta. (Julio 2007).-

Hasta la próxima…

Fotos y Texto: Marcelo A. Bucci //Plataforma14.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *