Recorriendo 25 de Mayo – septiembre 2007

Recorriendo 25 de Mayo – septiembre 2007

“rugen los maderos de viejos andenes, las vías muertas nos quieren llevar, a nuevos cruces infinitos, noches de nunca acabar” (Catupecu Machu)

Pasaron desde este viaje ya 3 años y medio, y el recuerdo más temprano es el de una canción que no identifiqué. Estaba yo tomando un café en la Petrobras en la intersección de las rutas 205 y 30 en Roque Pérez, eran las 5 de la mañana, y como única compañía en el salón las dos chicas que atendían y un empleado, que se encargaba una y otra vez de poner el mismo tema, algo monótono, circular en sus acordes, con apenas una guitarra que sonaba y una voz opaca. Yo, en la somnolencia que intentaba despabilar y con mis ojos repasando el derrotero a seguir, viví toda aquella escena (de unos 15 minutos) como desde dentro de un sueño lejano.

El segundo recuerdo es mas penumbroso, aún con la oscuridad de la noche y una media luna que presagiaba un hermoso día, ya abandonada hacía varios kilómetros la ruta 51 por caminos de ondulada arenisca sin ninguna luz salvo la escasa del cielo y algún perdido farol en la distancia, el auto detenido sobre un antiguo puente que cruza el Arroyo Vallimanca/Saladillo y el agua que se dejaba oír pero no ver desde la oscuridad debajo. En este punto ingresé al partido de 25 de Mayo, y lo que siguió fue un deambular de horas recorriendo sus rincones y sus estaciones de tren. El día sería largo, caluroso, agotador, inolvidable.

Quien sería mi acompañante se bajó por razones de fuerza mayor a último momento, y para no seguir demorando lo ya largamente demorado me largué solo, con mi Gol y dos discos de Las Pelotas como única compañía. Decidí comenzar por el sector suroeste del partido, aquel que tiene 3 puntos poblados que siguen el viejo ramal del Ferrocarril Sud entre Empalme La Barrancosa (partido de Saladillo) y San Enrique. Las dos primeras estaciones, pertenecientes a Saladillo, fueron San Benito (hoy ya inexistente, rodeada por un pequeño pueblo) y Esther (hoy dentro de terrenos privados, y con el camino público mas cercano a 2 km.).

Este ramal cruza el caudaloso arroyo Vallimanca (que en este sector ya es conocido como Saladillo), límite con 25 de Mayo, y corre en busca de Pueblitos, tercera estación y punto inicial de esta vuelta, y como dato colorido parte del recorrido del Dakar 2009.

Pueblitos – Km. 219,3 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

A este lugar llegué con el amanecer, se trata de un caserío no muy poblado, con una estación construida (como lo fue Esther) en la década de 1910, tipología utilizada por el F.C. Sud entre los años 1908 y 1914 y con ejemplos en buena parte de la provincia. La estación se encuentra en un estado regular, si bien no vi a nadie, tal vez se deba a la hora temprana.

Lo más significativo del lugar es un viejo y enorme almacén de ramos generales ubicado enfrente. Los perros (incómodamente ruidosos para esa hora) fueron mi única e inseparable compañía, tanto bochinche despertó a un gaucho que se asomó justo cuando yo partía, lo saludé y seguí rumbo hacia la siguiente estación, con el sol convertido en una inmensa y rasante bola naranja en el espejo retrovisor.

 

La siguiente es

Mamaguita – Km 231,7 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

perfectamente mantenida (luego me enteraría que su posesión está bajo la custodia de un aeronáutico que vive en Capital), la estación estaba reluciente de limpieza, no así el poblado. Se nota que en otras épocas la vida aquí fue mucho mas activa, sin llegar a conformarse nunca como un sitio de muchos habitantes. Hoy se ven varias ruinas enfrentando el cuadro de estación. Una escuela (en uso?) y una capilla parecen oponerle resistencia al paso del tiempo.

San Enrique – Km. 247,7 (Ex F.C Sud // Gral. Roca ).

Siguiendo el viejo ramal, clausurado en los años ´70, llegué al primer pueblo medianamente grande del recorrido y punta de riel: San Enrique.

Ya eran cerca de las 8 de la mañana y el sol comenzaba a calentar el frío del campo, los caminos de tierra se volvían polvorientos y el pobre Gol comenzaba a sufrir este efecto. Llegando a San Enrique hay un sector poblado, que tal vez sea mas nuevo y otro sector pegado al cuadro de estación, que supongo será el mas antiguo. En total la población no llega a los 500 habitantes.

La estación parece tener un uso cotidiano aunque desde el punto de vista ferroviario esto no necesariamente es bueno. Al llegar encontré uno de los carteles entre un pequeño jardincito dando la bienvenida del lado calle, luego del ritual de golpear las manos un rato, al ver que nadie respondía, me animé a pasar al andén y sacar algunas fotos.

Encontré algunas pequeñas reformas que hacen perder el carácter original del edificio, en pos de la comodidad de su actual dueño. Cuando ya terminaba, saliendo, justo llegó el propietario, un hombre de campo muy gentil que me invitó a recorrer todo el predio (no quise decirle que ya lo había hecho de prepo…), a lo cual me acompañó contándome algunas anécdotas que (el tiempo ha pasado…) ya no recuerdo tan bien, y hablándome con orgullo de esas mejoras de las que momentos antes me quejaba internamente. “Si, si, la verdad que está quedando muy lindo” le mentí por cortesía. Nos despedimos luego de un buen rato de charla, verifiqué que en el lugar donde supo estar el triángulo de inversión hoy solo se visualiza un campo arado, y abandoné el simpático San Enrique.

Como corolario para este ramal voy a comentar que fue inaugurado en los años ’10 y que al momento de su cierre era uno de los más deficitarios del Ferrocarril General Roca. En el libro de Alberto Bernades sobre el ramal La Plata-Lezama se menciona un índice para medir el rendimiento de cada ramal, a más alto valor más déficit, solo 4 ramales ostentaban la triste marca de superar el dígito: La Plata – Lezama, el ramal a Atalaya, a Pinamar, y el nuestro a San Enrique.

Abandoné la dirección suroeste que sigue este ramal para internarme en el partido de 25 de Mayo en dirección noroeste por caminos vecinales. Recuerdo de este tramo un triste campo de árboles talados, esos troncos cercenados a no más de 1 metro del suelo daban una imagen de devastación. Los fértiles campos sembrados que casi todo lo cubrían a su alrededor lo desmentían.

Agustín Mosconi – Km. 256,5 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Luego de unos 20 km. llegué a Agustín Mosconi, uno de los muchos pueblos que fueron fundados a la vera del viejo ramal que unía Empalme Lobos con Saavedra pasando por importantes puntos como 25 de Mayo, Bolívar, Daireaux, Guaminí y Carhué. Este ramal hoy (increíblemente para nuestro país) tiene un servicio de pasajeros diario entre Plaza Constitución y Bolívar y semanal hacia Daireaux, la ruta adyacente al ramal en un largo trecho sigue siendo de tierra, y conecta pueblos con bastantes habitantes, por lo que hace tiempo se dice que el municipio implantaría un servicio local, incluso durante 2009 un coche de subte fue llevado a Junín para realizarle adaptaciones para servir como ferrobús de trocha ancha y recorrer los casi 140 km. entre las estaciones Ernestina (km. 144,2) y Del Valle (km. 280,3), extremos del partido. En teoría para mediados de 2011 podría estar listo, veremos…

Este ramal, codificado con el número 22 por el Ferrocarril General Roca según el Manual de Estaciones de 1964, fue construido en etapas: el 14 de Junio de 1897 se inaugura la sección Empalme Lobos – 25 de Mayo y el 31 de Julio de 1898 entre esta última y Bolívar, a estos dos tramos pertenecen las estaciones del partido.

Algunas antes de Saavedra el ramal llegaba a Carhué (muchos kilómetros mas allá de los puntos relevados en esta travesía), que con su laguna de aguas termales fue y sigue siendo un destino turístico importante, tal vez por esto la estación que el F.C. Sud inauguró allí el 17 de Enero de 1899 tiene la particularidad de haber sido compartida con el Ferrocarril Oeste (que arribó en Julio de 1903) y con el F.C. Midland, inaugurado en 1911. Hoy los tres servicios de pasajeros a Carhué están clausurados.

Mosconi, orientada hacia el sur, presenta un estado de mantenimiento correcto, aunque no es la mejor que vi ese día, el pueblo es mediano, tiene un ejido urbano interesante, las calles son de tierra.

Huetel – Km. 268,8 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Luego de la ronda tomé el camino de tierra que bordea la vía hacia el sudoeste, la próxima estación fue Huetel, no existe pueblo pero sí una suntuosa estancia estilo Luis XIII (no visible desde la estación) edificada a principios del siglo XX.

El edificio de la estación es de un estilo mas pequeño y nuevo que Mosconi, supo tener un desvío que a poco de pasar el andén se abría hacia la izquierda, aquí aconteció en el año 1925 tal vez el hecho mas destacado del paraje, cuando el Príncipe de Gales (futuro Eduardo VIII) se acercó a esa estancia utilizando el desvío,  también fueron de la partida Gardel y Razzano, quienes dieron un pequeño recital.

Quien no conozca esta historia y visite Huetel mucho le costará imaginarla. La estación tal vez habitada (aunque no vi a nadie) tenia un ejército de gallinas que me seguían por todas partes, y que a decir verdad complicaban las tomas.

Del Valle – Km. 280,3 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Seguí camino hacia el siguiente punto, uno de los pueblos más interesantes del partido por varios motivos: Del Valle. En primer lugar es grande, bueno, no exageremos, no hablamos de una gran metrópoli pero si de un poblado activo, con unos 1000 habitantes, y mucho movimiento, en segundo lugar por tratarse del lugar mas alejado que visitaría aquel día (aunque como ya comenté la vía y el servicio de pasajeros continúa muchas estaciones mas), y en tercer lugar porque una vez escuché decir que mi abuelo, al que no conocí, solía bajar del tren en este pueblo donde todos lo conocían y se acercaban a saludarlo.

Resulta que la mitad de mi familia ha pasado largas décadas trabajando en campos de los partido de 25 de Mayo, Alvear, Saladillo, Bolívar… La estación original del ramal se encuentra en un estado de conservación similar al de Mosconi, o sea sin descollar bastante bien, también comparte con aquella su decoración con ladrillos a la vista.

El tanque de agua es impresionante, esta línea tenía en varias estaciones unos enormes tanques de madera que justifican de por sí una visita, de esos que parece que al romperse inunda arrasando todo, hasta una marabunta si hubiese. Del Valle, además, está alejado varias decenas de kilómetros del pavimento más cercano.

o sin ganas de seguir la tierra hacia el Sudoeste, adentrándome en terrenos del partido de Bolivar, comencé el regreso sobre mis pasos.
Pasé raudo por las ya visitadas Huetel y Mosconi, por el camino que sigue los rieles en forma paralela, un rato a derecha, un rato a izquierda.

Valdés – Km. 243,6 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Así llegué al pueblo de Valdés, hasta aquí llega el asfalto proveniente de la ciudad de 25 de Mayo (al menos así era en Septiembre de 2007), se trata de una localidad del tamaño de Del Valle aproximadamente, y la estación es muy prolija, dando en conjunto una imagen armónica, donde no desencajan ni los galponcitos para las zorras de las cuadrillas de la UEPFP. Una hilera de árboles podados y pintados sigue el andén, Tiene muchas diferencias con respecto a sus primas Moscón y Del Valle, sin dudas se trata de una construcción posterior.

Otra diferencia con aquellas es que la orientación es norte. (a ver, si hablamos de orientación de las estaciones de este ramal: Lobos: sur, Arévalo: norte, Carboni: sur, Elvira: norte, Ernestina: norte, Pedernales: norte, Riestra: sur, Berraondo: sur, 25 de Mayo: norte, Islas: sur, Valdes: norte, Mosconi: sur, Huetel: norte, Del Valle: sur, Hale: sur, Unzue: sur, Bolivar: sur, Ibarra: sur, Urdampilleta: norte, Pirovano: sur, Daireaux: sur, y sigue…).

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Ya por fin con los neumáticos del gol acariciando el suave asfalto tras varias horas de tierra en no tan mal estado, el próximo punto fue muy rápido de alcanzar:

Islas – Km. 230,1 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Se trata de Islas, otra estación hermana de Mosconi y Del Valle recubierta de ladrillos, sin poblado alrededor (solo una escuela y alguna casa dispersa), enmarcada por un frondoso bosquecito, con uno de esos tanques inmensos de madera, pero lo mas curioso de todo es que tiene un andén isla con un refugio bastante importante (nada tiene que ver el nombre de la estación con esta característica).

Nunca hasta ahora pude explicarme del todo el porqué de esta característica, una versión (que no se si hace cerrar del todo la idea) es que en ese andén se dejaba estacionado el coche restaurante en los antiguos viajes a Bolívar, Daireaux y mas allá, para su reacondicionamiento y reenganche con el tren descendente que pasaba horas después.

Acercándonos mas hacia la urbe el próximo destino fue el primero ajeno al viejo, inglés y exitoso Ferrocarril del Sud, se trata del puente mediante el cual el Ferrocarril Provincial de Buenos Aires cruzaba primero el ramal que venimos siguiendo y luego la ruta, en su escapar hacia los confines de la provincia en Mira Pampa.

Cruce Ferrocarril Provincial sobre Ferrocarril Sud. – Km.217,8

Este ferrocarril, que como su nombre lo indica pertenecía a la provincia de Buenos Aires, nunca fue realmente exitoso en ninguno de sus propósitos, no logró realmente interferir seriamente con los ferrocarriles privados (el Sud y el Oeste), tuvo escaso éxito en el fomento de nuevas poblaciones, nunca (salvo contadas ocasiones) fue rentable, en definitiva: no fue un buen negocio para nadie. Sin embargo genera devoción en muchísima gente, incluyéndome.

Este puente queda sobre su ramal principal entre La Plata y Mira Pampa, clausurado hace décadas, hoy solo queda el terraplén que va ganando altura y los pilares del puente, para el resto hay que usar la imaginación. Las imágenes de un cielo azul y blanco no llegan a dar una idea de la fuerza con que estaba pegando el sol aquel mediodía.

Luego de las fotos y trepadas al terraplén seguí viaje, haciendo el primer desvío importante del ramal 22 al que me había unido en Mosconi, tomé una calle de tierra hacia el Norte, y luego de algunas vueltas imposible de acordarme ahora (el camino era laberíntico, eso sí lo recuerdo, y por momento bien encerrado por la vegetación, seguro habrá caminos mas directos) arribé a otra estación ajena al F.C. Sud, también de otro insignificante y a la vez queridísimo ferrocarril de trocha angosta: el Midland.

Ortiz de Rozas – Km. 214,5 (Ex F.C. Midland // Gral. Belgrano).

Otro mal negocio que buscó interferir con el Sud y el Oeste (discurría en la franja de tierra que separaba a aquellos dos monstruos), terminó siendo administrado por esos ferrocarriles. Unía su cabecera en Puente Alsina con Carhué y fue clausurado a fines de los ’70.

La estación está perfectamente conservada, y aquí fui víctima de un pequeño engaño. Me presenté como siempre hago con el cuidador del lugar y le expliqué lo que andaba haciendo, el buen señor con bastante recelo me dijo que “el dueño de la estación no está y no le gusta que la gente entre”, luego de insistir un poco y prometer que no me tomaría mas de 5 minutos tuve su permiso, y su vigilancia cercana. Saqué fotos de una estación perfectamente conservada, donde se veía que la mano del hombre colaboraba con gran éxito en la conservación ferroviaria, y con pena me fui.

Tiempo después descubriría que el dueño de la estación Rodolfo Celia y su esposa recibían con los brazos abiertos y cordialidad a los aficionados, a los que también invitaban a recorrer todo el predio respondiendo a todas las preguntas que iban surgiendo. ¿Qué decir del cuidador? Pues nada!. Nosotros (los ferro aficionados) en realidad somos los intrusos, y un humilde peón de campo, encargado de cuidar un predio ante la ausencia de su dueño, tiene todo el derecho del mundo a recibirnos como quiera. Como en la casa de cualquiera de nosotros.

¿Conclusión? Que lástima no haber llegado cuando estaba su dueño, a quien lamentablemente ya no tenemos entre nosotros. (Nota de Redacción: La misma fue visitada en Abril de 2008 ).

Desandando el camino hasta el asfalto, decidí no ir a la ya muy cercana estación 25 de Mayo, sino desviarme hasta Blas Durañona, estación perteneciente al Ferrocarril Provincial.

Blas Durañona – Km. 242,0 (Ex F.C.P.B.A. // Gral. Belgrano).

El estilo colonial básico se corresponde al de la mayoría de estaciones de este ramal, lo que podemos mencionar como característica especial es un imponente galpón mantenido en perfecto estado.

Perdiéndome en laberintos de tierra, cruzando la ruta 51 y otra vez laberintos de tierra (seguro hay caminos mas directos, pero mis mapas de la zona eran realmente malos), llegué por fin a la estación siguiente del Provincial, Lucas Monteverde.

Lucas Monteverde – Km. 228,0 (ex Ferrocarril Provincial)

Lamentablemente no encontré a su dueño, y debo confesar que un cartel que rezaba “El Pocas Plumas” en la puerta por algún motivo me amedrentó.

Rodea a la estación un pequeño pueblo, pero aquí tuve mi primer signo de cansancio (común en estos agotadores viajes, con madrugones y bajo el sol), así que no busqué a nadie, solo tomé algunas imágenes y seguí viaje. En visitas posteriores de amigos me enteraría que no había ningún problema con el morador.

Uno de los carteles de la estación está saliendo del pueblo al costado de la calle, yo seguí un par de kilómetros más hasta un hermoso puente carretero sobre el arroyo Saladillo, que oficia de límite entre los partidos de 25 de Mayo y Saladillo. Desde aquí se ven los pilares del extenso puente mediante el cual el Provincial cruzaba el arroyo.

Como dato anecdótico mencionaré que este ferrocarril cruzaba dos veces el mismo arroyo, ya que lo haría nuevamente entre las estaciones Polvaredas y Juan Atucha, en el límite entre Saladillo y Roque Pérez.

Volviendo sobre mis pasos por nuevos caminos enfilé hacia la cabecera del partido. A poco de andar un tipo me hace dedo, yo le paro. Era una calle de tierra, estancias alrededor, el Gol rojo ya a esta altura gris, lo mismo sucedía con mi persona, sin embargo este tipo estaba bañado, peinado y cambiado con una pulcritud asombrosa.

Y pensar que yo solamente caminando hasta la parada del colectivo alguna marquita me queda. Me contó que iba a Veinticinco (como le dicen ahí) para pasar la tarde con amigos y luego salir a bailar, trabajaba y vivía en un campo vecino.

Veinticinco de Mayo – Km. 205,0 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Lo dejé en la plaza del pueblo y fui derecho hacia la estación, muy linda y con múltiples dependencias, no estuve el tiempo necesario. Salí en dirección noreste siguiendo la vía hacia Buenos Aires, y en la ruta 51 hice lo que debí haber hecho dos estaciones antes: parar unos minutos.

El día era espectacular, un sol bárbaro, pero a pesar de los 3 litros de agua que llevaba tomados el sol pegaba fuerte y me estaba haciendo cometer algunos errores como los de dedicarle poco tiempo a Monteverde y 25 de Mayo. Los discos de Las Pelotas (“Para Qué” y “Todo por un Polvo”) ya sonaban como letanías una y otra vez, incluso en una canción (“Me Fui”) en una partecita sonaba idéntico al ring tone de mi Nokia 1100, sobresaltándome para atender el llamado inexistente.

En la estación de servicio me llenó el tanque una chica con al menos 4 piercings en la cara, a quien pregunté “el camino para Berraondo?”, me dijo “ni idea… pero pregúntale a ese señor que es caminero y conoce bien la zona”, fui hacia el hombre quien me indicó claramente el camino para luego decir “¿y para que querés ir a Berraondo? Ahí no hay nada. Solo vas a encontrar tierra y dos casas locas”. Le expliqué lo de las estaciones y los ferrocarriles, me quedó mirando sin entender… seguí viaje.

Martín Berraondo – Km. 181,4 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

La descripción del camionero concordaba con lo que se veía en Berraondo, pero de ahí a concluir que “ahí no hay nada” hay una gran diferencia. Es un típico caserío perdido en la pampa bonaerense, con el horizonte por todos lados, el calor seguía quemando y la tierra quedaba suspendida tras las ruedas del gol.

Pero la estación es muy linda, estaba habitada por un ejército de pibes de diferentes edades correteando en no se qué juego, sus padres dentro del edificio. Para llegar a ella entré por la calle sur del cuadro, la giré en sentido antihorario y dejé el auto estacionado en una ancha calle que se escapa hacia el norte.

Es un cruce de caminos, y la magia que supone imaginar hacia donde lleva cada uno. En ese momento no lo sabía, pero ese camino que se escapaba hacia el norte,  se dirigía a un punto muy cercano a la entrada hacia Gobernador Ugarte, importante pueblo del partido de Alberti.

Seguí viaje, cada vez más cerca de Buenos Aires. El siguiente punto es un pueblo muy grande (el segundo en importancia del partido) donde la ruta vuelve a ser asfaltada, Norberto de la Riestra (donde supo pasar algunas vacaciones don Hipólito Yrigoyen).

Norberto de la Riestra – Km. 164,1 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Recuerdo de este lugar ver la playa de cargas del ferrocarril poblada de camiones todos dispuestos a transportar granos, me dio bastante tristeza. Este ramal aún está activo, ¿Por qué no aprovecharlo?

Siguiendo el asfalto crucé la ruta 30 (aquella que en su intersección con la 205 me encontró tomando un café a las 5AM) y llegué a otro importante pueblo,  Pedernales.

Pedernales – Km. 151,0 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Otra de las estaciones “nuevas”, similar a Valdés. Ritual de fotos y a seguir (el día lentamente comenzaba a caer).

Seguí camino (otra vez tierra) hasta el que tal vez sea el pueblo más pintoresco del partido:

Ernestina – Km. 144,2  (Ex F.C Sud // Gral. Roca)

Calles de tierra con anchos bulevares con palmeras en medio, edificios antiguos y hermosos. La estación del F.C. Sud, hoy comisaría, a metros del río Salado.

Este río, límite entre 25 de Mayos y Lobos, según me comentó un poblador a veces es un problema ya que con el asunto de la pesca suele venir alguna poca gente que no cuida nada de lo que lo rodea, perturbando la apacible tranquilidad de la localidad.

Siguieron aquel día aun 3 estaciones más de este ramal, ya pertenecientes al partido de Lobos (Elvira, Antonio Carboni y José Santos Arévalo), las cuales incluiré como bonus.

Pero el viaje en sí puedo asegurar que terminó muchos meses después, cuando de golpe y no me pregunten porqué reconocí aquella olvidada canción que escuché una y otra vez en la Petrobras de Roque Pérez a las 5 AM: El Sensei, de Las Pastillas del Abuelo.

Hoy cada vez que la vuelvo a escuchar, al igual que aquellos dos discos de Las Pelotas, me vienen a la mente todas estas calles, caminos, pueblos, personas, parajes, el sol, la tierra, y todo el recuerdo imborrable de aquel larguísimo día por el partido de 25 de Mayo.

Bonus 1: las otras estaciones de ese día

Luego de Ernestina siguieron algunas estaciones que visité a la pasada, todas pertenecientes al partido de Lobos:

Elvira – Km. 137,0 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Antonio Carboni – Km. 123.5 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

José Santos Arévalo – Km 112,5 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Bonus 2: las estaciones del Ramal a San Enrique que pertenecen a Saladillo

(a Empalme La Barrancosa (que no es lo mismo que estación La Barrancosa) nunca fui, se las debo…)

San Benito – Km. 197,6 (Ex F.C Sud // Gral. Roca)

La estación tuvo una construcción provisoria que no perduró en el tiempo, hoy queda un brete y restos del andén.

Esther – Km. 205,0 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Bonus 3: Las otras estaciones de Veinticinco

Se trata de 4 estaciones, una (Garbarini, del F.C. Provincial) que no estuvo en el planning de ese día ya que la había visitado poco antes con un viaje organizado por Plataforma14, otras 3 que si bien estaban en el planning, por falta de tiempo no pude ir ese día, pero sí logré visitar en viajes posteriores

Santiago Garbarini – Km. 234,0 (Ex F.C.P.B.A. // Gral. Belgrano)

Adjunto una foto que saqué en el viaje de Julio de 2007 (cuyo recorrido completo pueden visitar en esta página) y algunas fotos antiguas cedidas gentilmente por Norma Pacheco, hija del último jefe de estación y quien vivió varios años allí en las  décadas del ’50 y ’60.

 

Araujo – Km. 202,3  (Ex F.C. Midland // Gral. Belgrano).

 

Junto con Ortiz de Rosas, las dos estaciones del Midland del 25 De Mayo. Fotos de Agosto de 2010.

Anderson – Km. 211,7 (Ex F.C. Oeste // Sarmiento).

Junto con Presidente Quintana las dos únicas estaciones del Ferrocarril Oeste que tocaron el partido. Anderson era punta de riel del ramal que partía de Gorostiaga . (Fotos de Junio de 2010).

Presidente Quintana – Km. 202,8 (Ex F.C. Oeste // Sarmiento)

Yapa:  las estaciones mas allá de Veinticinco servidas por el tren de pasajeros a Daireaux

Estas fotos pertenecen a un viaje que hice en Mayo de 2008 (que frío hacia ese día!!!!!), y completan las estaciones que aún reciben servicio de pasajeros.

Hale – Km. 296,2  (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Unzué – Km. 316,8 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Bolívar – Km. 330,9 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

José Francisco Ibarra – Km. 349,4 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca).

Urdampilleta (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Pirovano – Km. 381,7 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Daireaux – Km. 401,7 (Ex F.C. Sud // Gral. Roca)

Fotos y texto: Fernando Marietan

Imágenes: Google Earth @

Para Plataforma14 – Buenos Aires – Septiembre 2007.

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