y continuamos adelante, por un camino de tierra que nos llevaría a otra estación del ramal, Álamos. En esta estación se encuentra habitándola una familia, aproximadamente 14 años.
Álamos (F.C.G.R.)
La noche se nos estaba acercando y no llegábamos a nuestro punto de llegada que era Carhue, entonces apresuramos la marcha y nos encontraríamos después de unos sobre la Ruta Nacional 33 a la ciudad de Guaminí.
Estación importante si las hay, con una mesa giratoria y silos, igualmente hace mucho que no ve un tren por ahí ya que no hay muchos rastros de movimientos ferroviarios.
Si pudimos ver unos grandes silos y dos vagones tipo charlie, radiados.
Guaminí (F.C.G.R.)
(Fotos Gonzalo Yebra)
Obviamente teníamos que seguir viaje, y no podíamos recuperar a la otra parte del grupo, pero se hacia de noche y debíamos asegurarnos donde pernoctar.
Por ende, el segundo grupo venia un poco mas demorado y pasaron de visita por la laguna del monte y su anfiteatro
(fotos Walter Godoy)
Una vez unidos en la ciudad de Carhue, la noche carhuense nos invitaba a comer y a salir a pasear por su pintoresco centro. No mucho, porque a la mañana del día siguiente deberíamos ir al trágico Lago Epecuen y su villa turística.
Hermosa mañana de domingo y bien temprano a la mañana salimos hacia la estación de Carhue, unión mítica de tres ferrocarriles (Sud, Oeste y Midland).
Si que hay muchísimo material para documentar en Carhue, más allá de su lago y sus mujeres, el ferrocarril hizo de las suyas, creando en esa ciudad un lugar clave. Nos atrapa su bitrocha, su mesa giratoria para ambas trochas (ancha y angosta). Sus desvíos a los silos y su depósitos para los coches motor del Midland. Grandioso panorama ferroviario, que en los 90’s lo han hecho venir abajo, empezando desde 1977 con la clausura definitiva del Midland.
Estación Carhué
(fotos Gonzalo Yebra)
(fotos Walter Godoy).
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