INDIO RICO (ex F.C.Sud // Km.531,9)

Otro de los pocos lugares visitados que tienen un desarrollo poblacional y urbano importante, Indio Rico se encuentra a 14 km por acceso asfaltado desde la ruta 85. Su nombre proviene de un arroyo cercano (el vocablo originario sería Quetrú Queyú o Guetzú-Gueyú que significaría “lugar de caldenes”.
Al llegar a la estación nos recibieron Narciso Mario Kemel (ex Jefe de la Estación) y su esposa Olga, que estaban tomando mate sentados en la puerta de entrada, “al fresco”. Después de charlar y matear con ellos,  fotografiamos  esta hermosa y  excelentemente bien mantenida estación. Era muy bucólica la imagen de Indio Rico con vacas pastando cerca de uno de los carteles, y sus dos vagones cerrados estacionados eternamente frente a su edificio, claro… falta el tren…
Nos despedimos del matrimonio Kemel,  no sin antes recibir de manos de Don Mario un recuerdo que el prepara para algunos visitantes, que consiste en una pequeña y coqueta cajita en cuyo interior está la letra de la marcha Gloria a Indio Rico. Una delicadeza!

Gloria a Indio Rico 
(marcha)

Gloria Indio Rico, gloria
Por labor, paz y tesón
Manteniendo en tu memoria
Del Pionero su visión.

Gloria Indio Rico, gloria
Por virtud y gran valor
Que llevó a la victoria
Tradición y esplendor.

Gloria Indio Rico, gloria
Por los niños del presente
Con salud y trayectoria
De este pueblo fehaciente.

NICOLÁS DESCALZI (ex F.C.Sud // Km.546,7)

Volvemos al camino y a la tierra en busca de Nicolás Descalzi, a 18 km de Indio Rico.
Solo algunas casas dispersas, la escuela Nro. 12, el club y lo que fue una casa cerealera es todo lo que queda en el lugar. Como una constante en todo el viaje, la estación está habitada, pero en ese domingo sus moradores no se encontraban por allí. Eso sí, la nota destacada del lugar lo daban la gran cantidad de caballos que salieron de una vivienda situada enfrente de la estación y que pasaron frente a nosotros mientras queríamos fotografiar el lado calle del edificio. También llamó la atención que en el frente del comercio que existió en el lugar había un antiguo surtidor de combustible, que mostraba un pequeño árbol que salía desde su interior, señal inequívoca de los años de inactividad.
El edificio se encuentra en muy buen estado, con una camioneta y varias colmenas vacías en su andén. Conserva su molino sin las aspas y su  tanque de agua, con sus bases de cemento, sus columnas de hierro y su estructura de chapa, hay un hidrante y alguna vivienda.
Nicolás Descalzi fue un científico que acompañó la expedición al desierto de 1833, durante la cual realizó observaciones meteorológicas y astronómicas.

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