JUAN E. BARRA ( ex F.C.Sud // Km.463,9)

A pocos kilómetros de Mariano Roldán, el camino se adentra en el partido de Adolfo Gonzales Chaves. La tarde iba lentamente ampliando sus sombras al llegar a Juan Eulogio Barra, uno de los pocos lugares recorridos donde nos encontramos con un núcleo poblacional importante. 
Pueblo rural fundado el 2 de marzo de 1909, que lleva el nombre de un jurisconsulto y hacendado, en cuyas tierras se construyó la estación del FCS. El edificio de la misma presenta un estilo diferente, correspondiente a una etapa anterior de dicha empresa. Recordemos que esta estación pertenece al ramal que llegaba desde Barrow y que fue librado al servicio el 1° de diciembre de 1912.
En Juan E. Barra se unían el ramal que venía de De la Garma y el de Coronel Dorrego, ambas vías fueron levantadas.
En el edificio de la estación funciona el C.E.P.T. Nro. 19 (Centro Educativo para la Producción Total). En el predio se encuentran maquinaria agrícola, huertas y demás cuestiones que hacen a la educación agropecuaria, por supuesto con el infaltable espantapájaros. Presenta un parte agregada a la estructura principal, donde se nota la diferencia de materiales y de construcción. En el cabín funciona una biblioteca y lo que fue el galpón de locomotoras se encuentra siendo utilizado para la cría de animales. Barra conserva el único galpón que pudimos ver entre Chillar e Indio Rico. Aquí también se da uno de los “berretines” de muchos intendentes o delegados municipales: poner los carteles de la estación a adornar el ingreso al pueblo desde la ruta... sin palabras…

DE LA GARMA (ex F.C.Sud // Km.480,8)

Ya hacia el final de la primera jornada de viaje habíamos planificado hacer noche en el pueblo de De La Garma. La idea era acercarnos hasta el Hotel “José María”, a media cuadra de la estación, para luego dirigirnos hacia la misma a ver como estaba. De todas formas las fotos las íbamos a sacar el domingo temprano antes de partir hacia la vía nuevamente. Por ser ese justamente el feriado largo de carnaval, todos los pueblos tenían preparada alguna actividad, y De La Garma no fue la excepción. En el parque que da sobre el lado calle del edificio se había montado un pequeño escenario donde tocó una banda de rock de la zona, cuya música acompañó parte de la noche de ese sábado. El dueño del Hotel, Julián Noé Souto es una persona muy agradable y conversadora, cumple el rol de historiador del pueblo y está intentando publicar un libro al respecto.  Temprano en la mañana del domingo nos despertamos con la mala nueva de tener un neumático del auto pinchado, cuando me disponía a sacarlo para intentar arreglarlo en algún lugar (domingo de feriado largo a las 8 de la mañana, tarea difícil) Don Souto se encargó de llamar al gomero del pueblo, quien no solo reparó la goma, sino que se vino hasta el hotel para inflarlo y permitirme llegar hasta su taller sin tener que cambiarlo. Esas cosas fenomenales que ocurren cuando uno toma contacto con la gente de todos estos maravillosos lugares.
Según datos recogidos por Alejandro Braulke en charlas con Souto, el último tren de pasajeros que pasó por el pueblo lo hizo el 6/4/77, mientras que el último carga fue allá por el 1990.
El edificio está bien mantenido y el predio prolijo. El nombre del lugar recuerda a un productor agropecuario donante de las tierras para la construcción de la estación.

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